Carolina Dell´Oro

Hábitat humano y estrategia

Sin las personas nada seria posible en las organizaciones, y ellas necesitan un entorno adecuado para desarrollarse

Por: Carolina Dell´Oro | Publicado: Viernes 14 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Carolina Dell´Oro

Carolina Dell´Oro

La modernidad ha terminado, no sólo en la academia, la cultura y la política, sino que también en la empresa. Más que una época de grandes cambios, somos protagonistas de un cambio de época. Hoy presenciamos el advenimiento de la empresa postmoderna que tiene un denominador común que es la persona, la que tiene primacía sobre todos los demás activos.



Hasta hace un tiempo el máximo objetivo de la empresa era maximizar el beneficio, buscando garantizar la sustentabilidad económica. Sin embargo hoy la sustentabilidad de una organización, es decir su posibilidad de perdurar exitosamente a través del tiempo, se asienta no sólo en los aspectos económicos, sino que de igual forma depende de la sustentabilidad humana: la permanencia, con satisfacción, del conjunto de personas que, con diferentes roles y tareas, contribuyen al logro del objetivo de la organización. Por tanto, el gran desafío de la empresa hoy día es generar en su interior un hábitat humano propicio que permita aflorar la creatividad, junto con una cultura que promueva el asumir riesgos responsablemente y sin temor al desprestigio, de modo que las personas puedan innovar, aprender de sus errores, y así sacar lo mejor de sí mismos. Son esos espacios de creatividad e innovación la condición necesaria para la sustentabilidad de las empresas del siglo XXI.

Reflexionar sobre esta realidad, nos acerca a los temas de la ecología y el medio ambiente. Así como ocurrió que por no prever y evaluar el tema de la sobreexplotación de los recursos naturales y las consecuencias de ello, hemos tenido que enfrentar problemas ambientales de grandes dimensiones; no vaya a ocurrirnos lo mismo con el tema de las personas, ya que en la actualidad tenemos alertas importantes, tales como enfermedades psicológicas, falta de hábitat que promueven la innovación y creatividad; pero por sobre todo, la mayor contaminación humana es la falta de un ecosistema que permita la integración de la vida personal, familiar y laboral. Estas situaciones generan consecuencias altamente dañinas para el futuro capital humano y social del país.

Para lograr la sustentabilidad humana de la que hablamos, y la creación de riqueza, es necesario construir al interior de las organizaciones un hábitat humano, un conjunto de condiciones físicas, emocionales, intelectuales y relacionales, que permitan el florecimiento y el desarrollo de las potencias de cada una de las personas en su integridad. Un campo apropiado para el aprendizaje y crecimiento personal; para el desempeño consciente de una tarea acorde con las capacidades de los colaboradores, afirmando su autoestima y expectativas. Es decir, donde el bienestar de las personas es un imperativo ético.

Sin las personas nada sería posible en las organizaciones, y ellas necesitan un entorno adecuado para desarrollarse y encontrar su propia vía de crecimiento y felicidad, lo que vale para cualquier colaborador, al margen de la función o rango jerárquico. Por lo tanto, podemos decir que el bienestar de las personas en las organizaciones termina siendo la base de la sustentabilidad de las mismas y, por ello, objetivo central de la estrategia de una compañía.

Lo más leído